viernes, 29 de octubre de 2010

Oración de San Agustín por las Almas del Purgatorio

Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisiste nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándote a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Libra, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como has padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llévalas a descansar a tu santísima Gloria, y sálvanos, por los méritos de tu sagrada Pasión y por tu muerte de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevaste al buen ladrón, que fue crucificado contigo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
Amén.



miércoles, 20 de octubre de 2010

El jardín de Jesús - Historia de un Alma -

"Subio Jesús a una montaña y fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él" (Mc, 3-13) ...El no llama a los que son dignos, sino a los que él quiere... No es, pues, cosa del que quiere o del que se afana, sino de Dios que es misericordioso, Durante mucho tiempo me he preguntado por qué tenía Dios preferencias, por qué no recibían todas las almas las gracias en igual medida... Jesús ha querido darme luz acerca de este misterio. Puso ante mis ojos el libro de la naturaleza y comprendí que todas las flores que él ha creado son hermosas, y que el esplendor de la rosa y la blancura del lirio no le quitan a la humilde violeta su perfume ni a la margarita su encantadora sencillez... Comprendí que si todas las flores quisieran ser rosas, la naturaleza perdería su gala primaveral y los campos ya no se verían esmaltados de florecillas... Eso mismo sucede en el mundo de las almas, que es el jardín de Jesús. El ha querido crear grandes santos, que pueden compararse a los lirios y las rosas; pero ha creado también otros más pequeños, y éstos han de conformarse con ser margaritas o violetas destinadas a recrear los ojos de Dios cuando mira a sus pies. La perfección consiste en hacer su voluntad, en ser lo que él quiere que seamos...

Sta. Teresita
Hitoria de un alma cap. I, v. 1 y 2

Teresa de Lisieux

martes, 19 de octubre de 2010

Vuelta a Fátima

Durante el fín de semana pasado, he vuelto a Fátima, y vengo con la Fe más fortalecida. Durante el tiempo que hemos estado, ya que he ido con mi familia, hemos rezado el rosario por la noche portando velas junto a personas venidas de distintos lugares de todo el mundo y hemos escuchado el Ave María en variedad de idiomas. 
Allí en la plaza, junto a la Basílica de Fátima, acompañando también a la Santísima Virgen del Rosario orando por la Conversión, por la Paz en el mundo, por la Fe y por cuanto cada uno de nosotros deseamos como  la salud de nuestros familiares y amigos.
Y es que María siempre nos acerca más a Dios. Ella nos enseña a ser humildes, a cambiar nuestra actitud y nuestra forma de ser ,,, Y sobre todo nos enseña a rezar con ella, para pedir por la Paz a través del rezo del Rosario. Y amar a Dios sobre todas las cosas. Nos enseña a amarlo a través de los misterios del Rosario,
 







lunes, 4 de octubre de 2010

Señor haz de mí un instrumento de tu Paz





ORACION POR LA PAZ
San Francisco de Asís

Señor,
hazme un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo armonía,
donde hay error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo la luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Oh, Señor, que no me empeñe tanto
en ser consolado como en consolar,
en ser comprendido, como en comprender,
en ser amado, como en amar;
porque dando se recibe, olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
muriendo se resucita a la vida .
Amén.

Oración de San Francisco ante el Cristo de San Damián

El proceso de conversión de San Francisco fue largo. Al principio no entendía hacia donde el Señor lo encaminaba para entender lo que Él quería y por eso se dedicaba a la oración. 
Un día al entrar en la iglesia de San Damián se puso a orar fervorosamente delante del Crucificado y Éste bondadosamente le dijo «Francisco, vete, repara mi casa, que, como ves, se viene del todo al suelo».
La mayoría de los testimonios de los manuscritos dice que fue entonces cuando Francisco recitó esta oración como respuesta al mandato que acababa de recibir. El contenido de la oración encaja perfectamente en las circunstancias del acontecimiento
 


Sumo, glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta,
esperanza cierta
y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla
tu santo y verdadero mandamiento.


Altissimo glorioso Dio,
illumina le tenebre de lo core mio
et da me fede dricta,
sperança certa
e caritade perfecta,
senno et cognoscemento, Signore,
che faça
lo tuo santo e verace commandamento.
Amen.


Dieu souverain et glorieux,
illumine les ténèbres de mon coeur
et donne-moi la foi droite,
l'espérance certaine
et la charité parfaite,
le sens et la connaissance, Seigneur,
pour que j'accomplisse
ton commandement saint et véridique.


Most high, glorious God,
enlighten the darkness of my heart
and give me, Lord,
a correct faith,
a certain hope,
a perfect charity,
sense and knowledge,
so that I may carry out
Your holy and true command.


Höchster, glorreicher Gott,
erleuchte die Finsternis meines Herzens
und schenke mir rechten Glauben,
gefestigte Hoffnung
und vollendete Liebe.
Gib mir Herr, das [rechte] Empfinden und Erkennen,
damit ich deinen
heiligen und wahrhaften Auftrag erfülle.
[Amen.]


Summe, gloriose Deus,
illumina tenebras cordis mei
et da mihi fidem rectam,
spem certam
et caritatem perfectam,
sensum et cognitionem, Domine,
ut faciam
tuum sanctum et verax mandatum.