martes, 15 de febrero de 2011

Devoción al Niño Jesús en el Mundo Entero

La devoción al Niño Jesús empezó a recorrer en marcha truinfal a toda Europa desde hace 300 años, y a América llegó acompañada de miles de prodigios desde el siglo pasado ganándose el alma popular en poco tiempo. Es importante Recordar: Lo que honramos con la devoción al Divino Niño no es una imagen de yeso o madera o papel etc., sino la Infancia de Jesús, sus doce primeros años, los años de la hermosísima inocencia y de la contagiosa amabilidad; los años de la niñez de Jesús; todos los méritos que El ganó para nosotros en sus primeros 12 años de vida. "Por los méritos de la infancia de Jesús pedimos favores a Dios". Las estatuas, las imágenes, los cuadros, no hacen milagros, el que hace milagros es Jesús mismo que escucha nuestras oraciones. La imagen sólo nos debe recuerdar a Jesús, el amable Redentor que nos escucha desde el cielo. 
En Checoslovaquia: El Cardenal Kaspar fue uno de los más grandes propagandistas de la devoción al Niño Jesús. Cuando era todavía un joven apóstol, una vez algunos alumnos le pidieron que les narrara la historia de la devoción al Niño Jesús y algunos milagros del Niño Dios. El sabía muy poco de esto y no pudo narrar nada. Esto lo llenó de vergüenza y se propuso estudiar bien la historia de la devoción al Niño Jesús y aprenderse muchos milagros obrados por El. Y en adelante empleó toda su vida en propagar la devoción al Niño Divino y vió prodigios admirables en los que seguían esta devoción. 
En Alemania: Desde 1697, año en el que un gran misionero recorrió los pueblos llevando una imagen del Divino Niño y explicando todos los favores admirables que Dios concede a quienes se los piden por los méritos de la infancia de Jesús, la devoción al "Pequeño Grande", como lo llamaba le gente, llenó de fervor los corazones y fueron tantos los favores obtenidos del cielo por esta devoción que se publicó un libro narrando los prodigios obtenidos por los devotos del Niño Jesús. 
En Bélgica: Una de las naciones que más ha honrado al Niño Jesús. Junto a una imagen suya que hay en el convento de la Hermanas Carmelitas, se han obrado tales maravillas en favor de los devotos del Divino Niño que los fieles le tienen un inmenso amor y la pequeña iglesia se convirtió en santuario nacional visitado por peregrinos llegados por todas partes del país. Y se han conseguido verdaderos milagros que han dejado admirados a todos. Dicen que en Bélgica el Niño Jesús tiene tantos altares cuantos corazones de devotos hay allá, porque cada uno lo venera y adora en su espíritu cada día. Y allí hay unas personas que les parece haber recibido de Dios el llamado a repartir pro todas partes imágenes y estampas del Divino Niño y han llenado el país de estampas e imágenes, aumentando enormemente la devoción y consiguiendo muchas bendiciones del cielo. Ante la imagen del Divino Niño en Bélgica sucede como en otros países: a toda hora del día se ven fieles de toda clase, edad condición postrados orando al Señor, implorando protección por sus problemas y necesidades continuamente llegan personas a dar gracias por grandes favores recibidos. 
En Colombia: En el año 1935 llegó el Padre Salesiano Juan del Rizzo al barrio "20 de Julio", al sur de Bogotá, una región muy solitaria y abandonada en aquellos tiempos. El Padre del Rizzo estaba convencido de que a Dios le agrada mucho que honremos la infancia de Jesús, pues así lo ha demostrado con innumerables y numerosos milagros. ¿Si otros niños son tan inocentes y tan dignos de ser amados, cuánto más lo será el niño Jesús? Además recordaba muy bien la promesa hecha por Nuestro Señor a una santa: " Todo lo que quieres pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado si te conviene conseguirlo". La imágen del Niño Jesús es una de las imágenes más hermosas y agradables que han hecho de nuestro Señor.Vestido como se visten los niños de Nazaret, su tierra: túnica rosada, cinturón verde, y con los pies descalzos como los niños pobres de Israel, el grupo al cual pertenecía el Niño Jesús. Con los brazos abiertos como queriendo recibir a todos. Con una sonrisa imborrable de eterna amistad. Atrae la atención y el cariño desde la primera vez que uno le contempla. Allí a su alrededor se han obrado y se siguen obrando maravillosos favores, para quien no conozca los prodigios que obtiene la fe parecerían fábulas o cuentos inventados por la imaginación, pero que son muy ciertos para quienes recuerdan la promesa de Jesús " Según sea tu fe así serán las cosas que te sucederán". El Padre Juan comenzó a narrar a las gentes los milagros que hace el Divino Niño Jesús a quienes le rezan con fe y a quienes ayudan a los pobres, y empezaron a presenciarse prodigios admirables: enfermos que obtenían la salud, gentes que conseguían buenos empleos o estudio para los niños, o casa o éxito en los negocios. Familias que recobraban la paz. Pecadores que se convertían. Y cada persona que obtenía un favor del Divino Niño Jesús se encargaba de propagar su devoción entre amigos y conocidos.


Dijo Jesús: Todo el bien que habéis hecho a estos mis hermanos, aún a los más humildes, lo considero como hecho a mí mismo". (Mateo 25,40)
El Divino Niño recompense mil veces más a sus generosos devotos que con sus ayudas hacen posible todas estas buenas obras en favor de los necesitados.

"El que ayuda a la pobre, presta a Dios y Dios les recompensará" (S. Biblia)

En el año 1935 llegó el Padre Salesiano Juan del Rizzo al barrio "20 de julio", al sur de Bogotá, una región muy solitaria y abandonada en aquellos tiempos. Le habían prohibido emplear la Imagen del Niño de Praga porque una asociación muy antigua reclamaba para ella el derecho exclusivo de propagar esa imagen. El Padre del Rizzo estaba convencido de que a Dios le agrada mucho que honremos la infancia de Jesús, pues así lo ha demostrado con innumerables y numerosos milagros. ¿Si otros niños son tan inocentes y tan dignos de ser amados, cuánto más lo será el niño Jesús? Además recordaba muy bien la promesa hecha por Nuestro Señor a una santa: " Todo lo que quieres pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado si te conviene conseguirlo". Así que no desistió de propagar la devoción al Divino Niño pero dispuso adquirir una nueva imagen.
Se fue a un almacén de arte religioso llamado "Vaticano"  propiedad de un artista italiano, y le encargó una imagen bien hermosa del Divino Niño. Le prestaron una imagen bellísima, el padre la llevó para sus solitarios, desérticos y abandonados campos del "20 de julio". Ahora empezaría una nueva era de milagros en esta región.
Esta es un de las imágenes más hermosas y agradables que han hecho de nuestro Señor. Con los brazos abiertos como queriendo recibir a todos. Con una sonrisa imborrable de eterna amistad. Atrae la atención y el cariño desde la primera vez que uno le contempla. Allí a su alrededor se han obrado y se siguen obrando maravillosos favores, para quien no conozca los prodigios que obtiene la fe parecerían fábulas o cuentos inventados por la imaginación, pero que son muy ciertos para quienes recuerdan la promesa de Jesús " Según sea tu fe así serán las cosas que te sucederán".
El Padre Juan comenzó a narrar a las gentes los milagros que hace el Divino Niño Jesús a quienes le rezan con fe y a quienes ayudan a los pobres, y empezaron a presenciarse prodigios admirables: enfermos que obtenían la salud, gentes que conseguían buenos empleos o estudio para los niños, o casa o éxito en los negocios. Familias que recobraban la paz. Pecadores que se convertían. Y cada persona que obtenía un favor del Divino Niño Jesús se encargaba de propagar su devoción entre amigos y conocidos.
¿Quiére que su vida cambie y mejore por completo? No deje pasar ninguna semana sin leer una página de la sagrada Biblia.

Las Cuatro Condiciones

Las cuatro condiciones que recomendaba el Padre Juan, para obtener favores del Divino Niño Jesús.
1ra. Ofrecerle la Santa Misa Durante Nueve Domingos y confesarse y comulgar al menos en uno de ellos.
2do. Dar una libra de chocolate (o equivalente en dinero o en comida) a los pobres.
3ro. Si la persona es pudiente dar un mercado para familias pobres (o su equivalente en dinero). No repartir en la calle porque se forma desorden.
4to. Propagar la devoción al Divino Niño narrando a otros los milagros que Él hace a sus devotos y repartiendo novenas estampas, almanaques, etc. e invitando a otras personas a que hagan el ensayo de visitar al Niño Jesús y de pedirle lo que necesitan.

El Padre Juan recomendaba también

1ro. No dejar ningún domingo sin asistir a Misa. El que abandona a Dios, lo abandona Dios. El que no deja domingos sin asistir a Misa recibe favores que jamás había imaginado.
2do. No vivir en pecado mortal. Si se vive en unión libre, o en matrimonio civil o robando o emborrachándose, u odiando, y si se admiten en casa parejas no casadas por lo católico, con todo eso se atraen maldiciones y castigos de Dios sobre el hogar. El Padre Juan repetía mucho esa frase de San Pablo: "los que viven en impureza, los borrachos los ladrones, no entrarán en el Reino de los cielos".
3ro. Que la limosna que se da sea costosa. Si solamente se da a los pobres y a Dios lo que sobra, lo que no vale nada, eso no le gusta a nuestro Señor. La sagrada Biblia dice que para Dios y para los pobres hay que dar la décima parte de lo que se gana (el Diezmo) y que Dios le devolverá a cada uno cien veces más de lo que haya dado, y le concederá después la vida eterna. ¿Qué regala usted? ¿Regala sólo para el cuerpo? (comidas, bebidas, ropas, joyas) Regale para el alma. Regale lo mejor, regale libros religiosos. Gánese premios para el cielo regalando buenos libros en la tierra.


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