Pienso que todos somos un poco como la oveja de la parábola, pero ahí está nuestro Buen Pastor, para dejarlo todo y venir a rescatarnos porque nos ama de tal manera, que es capaz de soportarlo todo para que nos salvemos, aunque nos encontremos tan lejos y tan perdidos.
Bendito sea el Amor Misericordioso del Señor
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